Juegas el juego de cartas favorito de todo bromista, aunque estás solo en la habitación, por lo que sólo resulta ser una versión especialmente tonta del Solitario.
QUÉ ESTÚPIDO. Mira este desastre.
Los come-maní de la galería parecen estar riéndose bastante. Eres alérgico a su desdén.