Desciendes hacia el área de la sala de estar de la amplia y abierta disposición de tu hogar. Hay un sonido de agua corriendo bajo el suelo. Tiende a parecerle una presencia extraña a los invitados en un espacio habitable, pero se te ha hecho difícilmente oíble por la costumbre.
Ahí está la puerta principal. Pero ojalá no haya necesidad de dar la vuelta larga alrededor de la casa bajo la lluvia. Podrías bien ver si puedes escurrirte por la cocina y salir por detrás desapercibida.